miércoles, 29 de diciembre de 2010

Tigresa

Hoy soy más consciente de lo que me rodea. Siento el aire que golpea mi cara. Siento mi corazón latir. La cabeza me sigue dando vueltas. Ahora parece que mi objetivo está más cerca de mí. Siento como se relaja y se distrae. Como buena cazadora me avalanzaré sobre él y le hincaré los dientes. Espero a que baje más la guardia.
Será mio para siempre. Tendré sus labios sólo para mi. Tendré sus manos, sus caricias, su cuerpo... y ya no podrá escapar. Te tendré, en la cárcel de mis manos. En lo suave de mis labios. Enloquecerás. Ya no podrás escapar. Y yo seré inmensamente feliz.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Gotita

Llueve sobre mi cristal. Dibujo sonrisas con el bao que desprende mi respiración. Me fijo en las gotitas que quedan atrapadas y cierro los ojos soñando que soy una de ellas. Puedo verme surcando los más profundos mares, conociendo criaturas que nadie jamás a visto. Me evaporo, y la sensación de volar me encanta. Planeo sobre una tierra que desconozco, deteniéndome en cada detalle de ese imperfecto suelo, para luego, con un poco de suerte, caer. Siento que la gravedad me llama, y me dejo llevar. Caigo sobre tu cabeza. Resbalo sobre tus mejillas, y sigo mi ansiado viaje por tus labios. Tus benditos labios. Los saboreo. Y que duermo un instante ahí, disfrutándolos. Vuelvo a resbalar por tu cuello, hasta que llego a tu pecho. Oigo los latidos de tu corazón. Noto como se eriza tu piel, debido a la frialdad de mi cuerpo. Decido poner fin a mi travesía, hasta que el calor que desprendes me haga volver al cielo.
Abro los ojos. Noto mojadas mis mejillas. Entonces comprendo... Ahora comprendo.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Sábanas

Me tumbo en la cama. Las mantas hasta el cuello aún no calientan. Me mezco para conciliar el sueño. La cabeza me de vueltas, entre imágenes y besos.
Entonces alguien me abraza por la espalda. Se acurruca junto a mi y posa su mano sobre mi pecho. Besa levemente mi cuello.
Agudizo el olfato y reconozco el olor de su cuerpo. No abro los ojos para saber que es él. Mi mano acaricia su espalda desnuda. Mis piernas sienten el roce suave de las suyas y despiertan. Se va el frio, la tristeza, y el miedo.
En ese momento supe que mis manos estaban creadas para acariciar su cuerpo desnudo, que mis labios encajaban con los suyos, y que mi corazón no latia sin él.
Me vuelvo para contemplar el rostro que me hace tanto daño, y su piel morena se esfuma, de la misma manera que llegó. Busco sus manos sobre mí, y solo encuentro la nada. Busco sus ojos chocolate, y los pierdo.
Me rindo de nuevo sobre las frias sábanas a esperar que de nuevo mi imaginación me haga creer cosas tan lindas y placenteras como esta.

martes, 30 de noviembre de 2010

Basura

Después de varios días, vuelvo. No para dar buenas noticias.
Miro a mi alrededor y no veo nada. Mi interior está vacío. Sentimientos negativos se quieren apoderar de mi, y hacerme estallar. Ahora no hay nadie que me calme, ni me acaricie para relajarme. Soy una mina, que puede explotar en cuanto la pises.
Me siento tan defraudada... que no tengo palabras para expresarlo.
Después de todo... cada uno mira sus propios intereses, y no le importa pisar a nadie para conseguir un poco de... nada? Sí, quizás algo, pero nada que yo hubiera querido para mi.
Busca tu. No pises. No rebañes. No aproveches la basura.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Rojo

Vuelvo. Después de varios días sin aparecer por aquí. No quería volver a escribir lo mismo de siempre.

Ahora me enfundo las botas, y pinto mis labios de rojo. Subo la cabeza, y me rio del mundo. Estoy llena de fuerza, armada con pistolas de felicidad y bombas de sensualidad.
Has dejado la puerta abierta a algo que me llama bastante la atención, y como una cría (como tú dices) me asomo a esa puerta, para entrar y no volver a salir jamás.
Te arrepentirás, de echo... ya lo haces. Y me encanta.

Pero ¿sabes que?... esto te gustará dos días, tres, incluso cuatro. Pero luego te hartarás, y querrás alguien importante en tu vida. ¿Y sabes lo que conseguirás? Nada. Tendrás lo mismo que tú has dado. Porque a las señoritas hay que buscarlas, camelarlas y amarlas, a las putas... solo tienes que usarlas y volverlas a tirar, hasta que a otro se le antoje. Y como verás... yo no soy de las segundas :)

lunes, 25 de octubre de 2010

Subiendo

Leo las entradas antiguas... y son tan parecidas a lo que siento hoy...
No volveré a escribir lo mismo. Echar la vista hacia atrás y sabréis como me siento.
Jamás pensé que una cosa que me hacía tan feliz hace dos semanas, me hiciera sentirme así ahora.
Estoy cansada. Estoy cansada de pensar todos los días lo mismo. Se acabó. Tú has tomado esta decisión y sólo puedo limitarme a acatarla. Punto. Nada de lágrimas, nada de vacíos en el corazón. Aunque me sea imposible conseguiré ser de nuevo yo.
Ya la pena casi no me inunda. Sólo me queda la desilusión y la tristeza. Sigo pensando que no me merezco esto... pero supongo que nadie lo merece.
Has perdido a una persona maravillosa, que te podría haber querido como nadie lo ha hecho en tu vida. Espero que te des cuenta con el tiempo.

Sólo te diré una cosa: uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
Para bien, o para mal. Los dos nos daremos cuenta... aunque yo creo que empiezo a ver las cosas desde diferente punto de vista, y sé... que no daré la vida por alguien que no se lo merezca =)

jueves, 21 de octubre de 2010

...

Ya no se que más hacer. Todas mis fuerzas se fueron contigo, donde quiera que estés. Ya no puedo pensar con claridad, se me agotaron las ideas. Sólo las lágrimas inundan mis ojos, una y otra vez, y otra, y otra... Todas las noches y las mañanas me parecen iguales. Cada lágrima me sabe diferente.
Solo necesito abrazarte de nuevo! Solo necesito un par de palabras para poder descansar de esta incertidumbre. Solo tu puedes sacarme de donde estoy, acurrucada en mi cama, mientras el tiempo pasa lento y espero una respuesta.
Pero ya no tengo nada dentro para seguir. Nada me impulsa hacia arriba, y todo hacia abajo. ¿Porque? ¿Porque? ¿Porque?...
¿Qué le digo a mi cabeza? ¿Qué es lo que se supone que debo sentir?
Empiezo a enloquecer tan deprisa que no me paro a ver las consecuencias. Miro por la ventana de mi alma. Nada, igual que tu. Oscuro, igual que el pozo donde estoy metida. Soledad, de nuevo te siento conmigo.
De nada sirve arañar las sábanas, ni morder la almohada. De nada sirve el frio en mis pies, ni estar aqui como una estúpida niña pequeña.
Tengo la sensación de que mi vida se desmorona de nuevo. Todos los planes se hacen trizas en mi regazo. Todo lo que deseaba hacer contigo se vuleve borroso por segundos, tanto es así que ya empieza a desaparecer.
Me rindo... haz conmigo lo que quieras. Arrúgame, dóblame y tírame a la basura. Qué más da. Solo quiero cerrar el libro y acostarme sabiendo el final.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Interruptor

"Caigo. Me arrastro entre la oscuridad. Huelo la humedad del suelo. Echo la vista hacia atrás y no encuentro nada, solo mi cuerpo." Es lo único que recuerdo de la nueva pesadilla. Despierto empapada en sudor y destapada. Mantengo los puños cerrados. Miro el reloj, que marca las 9:49. Decido levantarme y empezar mi día.
En ese momento recuerdo las bonitas mañanas de finales de septiembre en las que madrugaba solo para escuchar una voz al otro lado del teléfono. Como un interruptor que se enciende, las lágrimas se agolpan en mis ojos de nuevo. Me siento tan estúpida... me siento tal mal...
Desde hace tres días son así mis despertares. No puedo seguir de esa manera. Yo no soy asi... Tengo tantas cosas que dar, y tan poco que recibir... hazme cambiar de opnión de nuevo, aunque el silencio y la indiferencia es lo único que obtengo de ti. Cierro los ojos, y dejo que la nada me invada de nuevo.

lunes, 18 de octubre de 2010

Nada

Aquí estoy, de nuevo delante del espejo, con la misma sensación de hace tres meses. Desilusionada, desengañada, estúpida, vacía...

De nuevo vuelvo a sentir lo mismo. Indescriptible. Traté de confiar en ti... me lo rogastes, y yo volví a caer en la trampa de esas palabras, que un día me dijeron lo mismo y luego me arrancó la piel a tiras.
Ahora, ya no tengo nada que vista mi cuerpo. ¿Qué me quitarás tu? Ahora, todos las cenas, viajes, y todo lo planeado se esfuman ante la palma de mi mano. Y solo me puedo limitar a esperar... ¿esperar que? esperar la nada...

domingo, 17 de octubre de 2010

De nuevo

Solo en sueños. Es donde puedo encontrar aquello que me falta. Solo en sueños. Puedo recordar las risas, los abrazos y los besos. Solo en sueños.

Gruesas lágrimas caen por mis mejillas. Arañándome el alma. Millones de preguntas sin respuesta hacen de mis sueños pesadillas, y todo se vuelve negro.
De nuevo promesas rotas. De nuevo mis ilusiones se encuentran en el cubo de la basura. De nuevo... todo de nuevo.

Sólo me queda esperar a que pase el tiempo, y que deje de sangrar la herida... No puedo hacer otras cosas.

martes, 12 de octubre de 2010

U

Leo cosas que no entiendo. Siento algo que me frena y me hace retroceder.
Mi mundo vuelve a ponerme los pies en el suelo. Ya no viajo por las estrellas, no de momento.

El dormir se me vuelve una monotonía. Solo el simple paso del tiempo, que se me hace eterno.
Demasiadas cosas rondan por mi cabeza. En lo más hondo de mi, esto me translada en el tiempo hacia atrás. Así fue como empezó el principio del fin. NO!!!
Jamás! Hice una promesa, y no seré yo quien la rompa. De momento es lo único que tengo: mi palabra.

Quiero sentirme en tus brazos, y que tu aliento de en mi frente. Escuchar esas palabras de tus labios cada día es lo que necesito. Sentir tu boca junto a la mía es lo que me mantiene con fuerzas, aunque desde hace varios días... solo vivo de recuerdos...

viernes, 8 de octubre de 2010

Pesadilla

De nuevo las pesadillas... Se hacen extrañamente frecuentes con el tiempo.

Es siempre lo mismo. Me encuentro en una estación de metro. Es de noche, todo está oscuro, y estoy sola. No hay la más mínima señal de vida. Un nudo en el estómago me empuja a seguir hacia lo que adivino la salida. Nadie me abre la puerta.
En el exterior el frío hace que me espabile. Un espeso bosque me rodea. Árboles grandes, que mecen sus ramas creando una melodía inquietante. Siento que he perdido algo, así que echo a correr hacia ningún sitio. No veo por donde voy, sólo se que mis pies se mueven, y el suelo con ellos. Resbalo, caigo y sangro. Una herida en el antebrazo izquierdo. Profunda. La sangre no me marea, aunque mi alrededor cambia. Me encuentro de nuevo en la estación de metro. Tan vacía como la recordaba. No se cual es mi camino, no se donde alguien me espera... La soledad me invade, hasta la última célula. Lágrimas caen por mis mejillas. Pesadas y dolorosas. Me siento en un rinconcito a oscuras, esperando que alguien me encuentre. Me acucuno. Mi cabeza besa mis rodillas. Las lágrimas no cesan. Y me quedo allí, sola, hasta que algo en mi pesadilla haga despertarme...

domingo, 3 de octubre de 2010

El resto de mi vida

Si dijera que esta noche ha sido estupenda... no le haría justicia a tus besos.
Ayer empezó el resto de mi vida. Ayer se hicieron realidad todas las promesas. Por fin ayer... te besé.

Algo dentro de mi quiere estallar, salir, iluminando todo lo que me rodea, sacándome una sonrisa. Sólo tengo que mirarte para darme cuenta de que eres lo que siempre pedí. No lo dejaré escapar.

Segundos, horas, días... siempre.

viernes, 1 de octubre de 2010

Mañana

Hoy... todo es diferente. La vida me deja ver una pequeña sonrisa de lo que podía ser una carcajada. Hoy... de nuevo recupero las ganas, las sonrisas. Hoy por fin lo que tanto pedí se vuelve de carne y hueso.

Las melodías calan hondo en mi corazón, que late feliz al compás de tu sonrisa... tu bendita sonrisa...
Has curado cada herida, has resucitado una parte de mi, me has devuelto a la vida.
Vida que estoy dispuesta a poner a tu disposición. Has echo que me despoje de mis miedos... ¿qué más puedo pedir?

Quiero gritar a los cuatro vientos lo que te quiero. Que todo el mundo se entere que contigo estoy feliz. Ya no me importa que la lluvia me moje, no me importa lo que diga la gente... Ya no me asusta el mañana, porque sé que el mañana será contigo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Todo lo que tengo que decir...

Hoy me he levantado, e mirado hacia atrás y he descubierto... que no se quien soy.
No se lo que me rodea, no se donde quiero llegar, ni con quien.

De nuevo lágrimas corren por mis mejillas. Me ahogo. Hundo la cabeza en el agua sin haber cogido aire. Me asfixio.

Unos acordes de piano son mi única compañía mientras los muros de mi vida se caen. Mientras me veo rodeada de oscuridad y miedo.
Dudas. Signos de interrogaciones me presionan queriendo salir de su escondite. Pero no encuentro las ansiadas respuestas, no encuentro lo que tanto anhelan.

Mi vida se consume entre esas notas de piano. Siempre. No hay nada más en estos momentos. Mi pecho tiembla... sabe que esto no traerá consecuencias positivas y teme. Teme por mi. Mis manos me aprietan la cabeza para suavizar el dolor del corazón.

Hoy me he levantado, e mirado hacia atrás y he descubierto... que no se quien soy.

jueves, 23 de septiembre de 2010

De cero...

Hoy... lo mismo que ayer.

Una nueva sensación me invade. Estoy harta. De hacer las cosas igual que siempre, de hacer lo mismo, decir lo mismo, contar lo mismo... Necesito un cambio en la vida. Necesito una ilusión, aunque suene repetitivo, pero es lo que necesito.

Estoy harta de buscar a la gente en el mismo sitio, de... pensar lo mismo.
Mi vida se está volviendo gris. No quiero llegar al punto en que me ciegue la oscuridad. Me niego. No puedo. No.

Pero no se como hacerlo. Alguien que se apiade de mi y me coja la mano... que vuelvo a enloquecer. Tengo demasiadas cosas en la cabeza... todas negativas.
Mi impulso es mandarlo todo al carajo, todo fuera de mi, quedarme vacía... Y entonces...volver a empezar. Volver a nacer. Volver a creer.

martes, 21 de septiembre de 2010

Humana...

Hoy ha sido un día extraño...

Al llegar la noche mis defensas bajan, y me dejo llevar por el pesimismo y la oscuridad. Cerrar los ojos es lo que más me conviene. Pero sigo esperando ese algo que haga que mis sueños sean dulces.

No hay ilusión, no hay respuestas a mis llamadas, nadie habla al otro lado del aparato. No se que voy a hacer.

Tres palabras retumban en mi mente y en mi pecho. Ya no hay vuelta atrás... El pasado se vuelve presente en el momento menos indicado. Elegí el peor momento para volverme débil. Pero es lo que hay.

Solo tengo que cerrar esta pantalla, e irme a la cama llena de tantos recuerdos. Mal momento para todo...

Espero que la vida me de un pequeño respiro de felicidad. Que creo que me lo vengo mereciendo... Al fin y al cabo, sigo siendo una estúpida humana.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Invierno...

Nubes. Empañan mi camino y mis sentidos. Lluvia. Mojan mi pelo y mis ojos.

Llueve dentro de mí de nuevo. Parece que el sol y el calor evaporaban los recuerdos, y ahora que se ha ido... el pánico recorre mi cuerpo.
La idea de un nuevo invierno, tan parecido al anterior, y al anterior, y al anterior, me da escalofríos. Nada me impulsa a seguir adelante ahora. Nada me motiva.

Sueño de nuevo cosas que claramente recuerdo, y que no deberían estar en mi mente. Hace que se remueva en mi toda la mierda que dejé de lado para seguir adelante.

Será la lluvia, que ablanda mi corazoncito (que algunos piensan de piedra). Será el frío, que paraliza mi cuerpo, erizándome.

No quiero empezar de nuevo de la misma manera. No me siento con fuerzas. Quiero encontrar el calor de unos brazos cada día. El timbre de voz de alguien que me anima.

Pero se queda en eso. En lo que es. En sueños. Donde el pasado nunca muere. Donde mis pesadillas no me dejan dormir. Así no puede empezar nada nuevo. Así todo lo que deseo se envenena... y me sumo en las nubes... y en la lluvia.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Labios Rojos

Me contagio con la felicidad del ambiente. Hoy parece que todo me cuesta un poquito menos. He subido un escalón, firme, confiada.
La vida me da un respiro, y puedo disfrutar un poco más estos días. Gente nueva. Gente que vuelve, muy a mi pesar. Gente esperada.

La emoción por escuchar ese disco de tu grupo favorito me invade. Impaciencia, siempre estarás es mi, ¿verdad? Ya casi se como eres. No te vayas nunca. Tú me haces ser como soy. No quiero cambiar, pero si controlarte.

La parte sensual resurge poco a poco. ¿Demasiado tiempo dormida? De nuevo me enfundo los tacones. Labios rojos pasión y un pronunciado escote es lo que ultimamente me viste. Ojos intensos, me dijeron. Vuelvo a sentir esas miradas. Sonrío subiendo un poco más la cabeza.

Soy consciente de que un pequeño detalle puede cambiarlo todo. Pero aun así, disimulo. Siempre me ha gustado hacerme de rogar...

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Sueños...

Me desperté empapada en sudor. El pijama que llevaba no dejaba respirar mi piel. No recordaba haberme vestido. Volví a cojer sueño rápido. Soñé que volvía a la rutina, ida y venida después de una jornada agotadora. Mi música era la única compañía. No recuerdo ningún detalle interesante de ese sueño. Salvo... Al llegar a casa, después de cenar y una relajante ducha, me fui directamente a la cama. Una llamada me espabila. No conozco el número, así que lo cojo sin pensar. ZAS! de nuevo esa voz... dios mio... otra vez no. No conseguí articular palabra. Solo hablaba y hablaba, dejandome sin aliento.

Desperté de nuevo sudando. Aturdida y sin saber donde estaba. Miré mi cuerpo, esta vez semidesnudo. Me llevé las manos a la cabeza cuando comprendí. Nunca me había sucedido algo así. ¿Había... soñado que soñaba? Me estaba volviendo totalmente loca... Y encima no había soñado cualquier cosa. Soñé con él.

Entonces, en ese preciso momento comprendí que todavía, donde quiera que se fabriquen los sueños, donde quiera que esté esa diminuta célula... ahí esta él.
Ahí estas tú.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Primer Amor...

Hoy me ha pasado una de esas cosas que crees que sólo pasan en las pelis que tanto algunos envidian.
Sólo fue una mirada. Diez segundos de conversación, en los que perdí todos los papeles que me quedaban. Ya no recordaba el color de sus ojos, ni el timbre de su voz, ni el tacto de su piel morena. Lo tenía enterrado en lo más profundo del abismo de mi ser. Lo tenía guardado en una cajita, en el fondo del más profundo océano. Pero aquello rompió todas las cadenas que custodiaba ese sentimiento. Entendí que el siempre iba a formar parte de mi, lo quiera o no. El ambiente no ayudaba. Supe que, hasta que no desapareciera él de donde quiera que estuviera dentro de mi, jamás iba a amar a nadie con todo mi ser. Jamás lo daría todo de mi.

Al fin y al cabo... el primer amor NUNCA se olvida.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Precipicio

Me encuentro en el borde del precipicio. Un movimiento en falso y caigo. Sin piedad.
Nadie me tiende la mano. Estoy harta de tener que tirar del carro sola. No puedo hacer las cosas por los dos. Me replanteo algunas cosas. Siento que los te quieros se me gastan. Siento que estoy decepcionando al amor. Perdón. No es mi intención. Sólo quiero ser feliz.

¿Qué se siente cuando buscas desesperadamente algo que jamás encontrarás? ¿Qué se siente al saber que... estas sola, aún siendo abrazada por tanta gente?

Perdí la brújula que tan fielmente me guiaba. Perdí la estrella que alumbraba mi camino. Al menos de momento.
Dudas. Miedos. Vuelvo a torturar a mi pobre mente.

Quiero ayudarte. Besarte. Hallar en tus ojos algo que en los mios no puedo. Sentirte.
No me dejes caer, porque si lo haces, los dos estaremos perdidos... para siempre.

martes, 31 de agosto de 2010

Retales

Retales. Estoy compuesta de retales. Vestidos granas, multicolores... Se ciñen sobre mi, vistiéndome. Retales de amores. Pocos.
Me veo envuelta en lo mismo de siempre. Sonrisas demasiadas. Palabras poco sinceras. Inevitable comparar.

Hoy es uno de esos días en los que me miro al espejo buscando respuestas. Miro fijamente mis ojos. Puedo ver mis pupilas dilatarse. ¿Quién me ha echo así? ¿Porque?
Parece que no aprendo. De nuevo más palabras que besos. Ahora mis mariposas vuelan despacio. Pero vuelan. Intento controlarlas, las ahogo con un poco de precaución y recuerdo. Siempre se olvida aquello que nos hace sufrir.
Miro mi pelo. Rizos. Miro mis labios. Rosados. Me fijo la línea que los dibuja. Quisiera verme desde fuera. Con otros ojos. Quiero comprenderme desde otro punto de vista... Conocerme.

Me siento atrapada. Creo que ahora puedo entender. Y no puedo culpar a nadie. Ahora.
Un paso hacia atrás. No! Vuelvo a caminar hacia delante. Nunca más me mezclaré con mis propias sombras.

No me dejes a mi suerte... Cógeme la mano. Fuerte. Ayúdame a crecer. Ayúdame a sentir. Siempre he sido buena alumna. Prometo cubrirte con mis retales, para que jamás sientas frío. No al menos estando conmigo.

viernes, 27 de agosto de 2010

Mitad

Me encuentro en mitad de un pasillo, infinítamente largo. Echo la vista hacia atrás. Sólo veo sombras que vienen y van intentando cruzar la línea que separa mi presente y pasado. Me planteo cosas inútiles, estúpidas y sin sentido.

Soy consciente de que todavía esos fantasmas pueden meterse en mi cabeza y hacer de mi otro espectro.
Sigo echando de menos a quien me hizo tanto daño. Pero miro hacia delante y veo luz. Luz en unos ojos. Luz en unas manos que se mueren por arroparme, por tocarme. Lo sé, soy así de estúpida. Avanzo un paso. Me detengo. Vuelvo hacia atrás. Miro mis pies pidiéndoles consejo, pero sólo tengo silencio. No me detendré en el camino. No retrocederé, a no ser que me obliguen, que me tiren de la camisa y me abracen fuerte para no dejarme escapar nunca más.

No guardo rencor, ni odio, ni ira. No queda nada malo en mi. Si algunas de esas nítidas sombras me necesita, aunque sólo sea para... algo, estoy segura de que sabrá donde encontrarme =)

martes, 24 de agosto de 2010

Destrozar cosas. Desahogarme. Gritar.
No puedo creer que todo eso termine haciéndome sentir así... con sentimientos tan contradictorios.

Un piano me calma, haciendo que las lágrimas resvalen por mis mejillas. Sí, de nuevo. Sí, otra vez. Sí, lo sé.

He sido víctima de una traición que no esperaba. Mi canción para dormir me trae aromas de recuerdo. Latigazos en mi piel. Latigazos en mi mente. No. Sigue siendo la canción que me calma. Pero no me acucuna en sueños. Me ha dejado sola, con mis pesadillas. Se ha revelado contra mi alma, mi cuerpo, mi mente... haciéndome una marioneta de papel que se lleva el viento. Viento. Recorriéndome, haciéndome más consciente de esa traición.
Dime, ¿nunca has sido mía?

Y... es que aún tienes tanto que enseñarme...

Diferente

Esta vez me coge con las defensas bajas... pero solo puedo sentir lástima.
Siempre he tenido un "don" para ayudar a los demás a estabilizarse.
Como una vez me dijo alguien sabio: " tu si estás emocionalmente compensada..." Pero sólo si la quieren... no puedo ayudar a alguien que no se deja.

Yo sigo andando, no me paro en medio del camino, esta vez no. No miro hacia atrás para ver la misma mierda. Tengo mucho camino que recorrer, aunque sea sola. Los caminos están llenos de solitarios. Siempre he sido una persona muy sociable. No tendré problemas.

Me siento como una extraña en mi cuerpo. Por una vez no tengo muy claro lo que quiero, ni a quien... Intento aferrarme a algo o a alguien, pero mis manos resbalan, y me dejan caer al oscuro abismo de la soledad. Rodeada de gente en mitad de la nada, en mitad del vacío.

Una llamada hace que florezca una sonrisa. La misma llamada de hace dos meses. Insiste, me gusta. Por lo menos él se acuerda de las fechas... De momento es lo que me mantiene la cabeza cuerda, el corazón en marcha y dormidos los recuerdos. Aunque nunca me gusto tropezar dos veces con la misma piedra... No me fuerzo por dejarle.

domingo, 22 de agosto de 2010

Estrellita

Ese día ya sentia que iba a ser diferente. Primero un sueño del que solo recuerdo imágenes poco nítidas. Después
unos buenos días perfectos, con palabras mágicas: "buenos días princesita". Un día de playa espectacular, jugando
con las olas, la arena y el sol. Y por la noche, esos besos que tanto me gustaban.
Caricias cálidas. Besos húmedos. Temperatura al límite.

Un manto de estrellas nos vigilaban y hacian de nosotros insignificantes personajillos de carne y hueso.
El leve viento de levante no ayudaba con mi idea de mantener los pies en la tierra y conmigo el control, ya que
mecía mi vestido, mi pelo y mis ganas hacia él, dejándole ver un poco más de lo que ya había visto en la inocente
playa de día.

Más besos y caricias. Y zás! miro al cielo, y las llemas de mis dedos rozan una estrella fugaz, como aquella primera
mirada. La aprieto contra mi mano, y siento placer, por hacer algo que nadie había echo hasta ahora.
Abro lentamente mi mano para comtemplar mejor aquella estrellita estúpida que se había dejado atrapar.
Y allí estaba, en mi mano, acogedora, calentita, y rojiza. Y el placer vuelve a apoderarse de mi,
esta vez de un modo diferente al de antes, recorriendo cada rincón, cada curva, cada célula de mi cuerpo, y
estalla haciendo estremecerme con tanta fuerza que la estrella se me escapa y vuelve a donde le pertenece,
y mi mano al lugar de donde vino tanta explosión de felicidad.

Mi vida...

Fue diferente. Hacia tiempo que no soñaba, si ha eso se le puede llamar soañar.
La noche me envolvía. El frio erizaba mi piel, como en las otras ocasiones. De nuevo el miedo me envadía y echaba a
correr, sin saber a donde, ni porque. Solo sentía una amenaza, peligro.
Mis pies no hacían caso, no corrían más. Y caigo. Pero siento su mano, rozando las mías, y sus ojos verdes azulados
mirandome fijamente. Una sensación de alivio me inunda, y entonces, mete su mano en el bolsillo de la túnica que vestía,
y que le cubría la cabeza, para sacar la daga que pondría fin a mi vida. Sabeedora de lo que me esperaba, sólo tuve
tiempo que preguntarle porque me hacía esto. Las lágrimas resbalaban por mis mejillas con fuerza. "Tu me hicistes lo
mismo", contestó. Alzó el puñal hacia la luna, pero esta vez besó mis labios, como lo solia hacer antes. "Lo siento
pequeña, tienes que saber que se siente". "No, no hace falta que lo hagas, lo sé", puede responder entre sollozos.

No quería salvar mi vida, no me interesaba seguir respirando. Sólo quería que supiera que no era el único al que
le habían arrancado el corazón, que no fue mi culpa, que lo seguía echando de menos en las noches, que con cada
palabra que me decía se derretía mi corazón... pero no contaba con tiempo para explicárselo, así que cerré los ojos
y dejé que el puñal atravesara mi piel, para clavarse en mi corazón.

lunes, 26 de julio de 2010

Respirando

Al día siguiente la playa me esperaba. Y con ella mis ojos negros.
Era increíble. Jamás se me había pasado por la cabeza lo que me ocurrió aquella noche.
Ahora no quería regresar. No quería volver a casa para encontrarme la misma mierda de siempre.

De día, intentábamos mantener una relación normal, aunque las carantoñas y las caricias en el agua eran inevitables.
Aveces echábamos a andar por la playa, vagando entre la arena y las olas, sin rumbo fijo. Solo el de nuestros besos.
Mi padre ya se estaba empezando a poner celoso, porque ahora me veía. Nos veía.

Lo más esperado eran las noches. En la playa. Los dos, y aveces con los niños. Tenía que cumplir la función de prima mayor. Pero siempre él conmigo. Podría describiros con precisión todo lo que llegaba a sentir estando con él, pero aparte de aburrido para quien quiera que me lea, sería interminable.

Era consciente que ese estado de felicidad en el que me veía sumida llegaría a su fin en cuestión de días.
Yo regresaría a Sevilla, y él a Lisboa. Volverán las clases, los trenes, la monotonía...


Por fin he despertado. Y no solo con ayuda de mi portugués favorito. Pero siempre nos quedarán las playas del Algarve portugués.
Ya no me siento estúpida, porque ahora sé lo que hago.

Estúpido es aquel que tiene la felicidad en la palma de la mano y la deja volar.
Estúpido es aquel que busca desesperadamente un cambio de 180º y cuando lo tiene le da miedo, mete el rabo entre las patas y sale corriendo, sin detenerse a mirar atrás.
Estúpido es aquel que piensan que todos los demás son estúpidos menos él/Ella.
¿Y me acusan ami de estúpida, cuando yo solo sigo a mis sentimientos, siempre? Es lo más fiable que tengo, porque aunque aveces se equivoquen, son sinceros. Me encantan mis impulsos. Y sí, aprendo de mis errores, siempre. Aunque haya gente que piense lo contrario. Ya solo queda pena. Menos mal, después de 21 días.

Ahora dejaré que todo fluya alrededor mía. Me limitaré a disfrutar sin pensar en nada, y sobre todo en nadie. Porque me lo merezco.

viernes, 23 de julio de 2010

El ave Fenix

El sol daba de lleno en mi cara. Me puse los cascos y eché a andar absorta en mis pensamientos.
Desde hacía dos días no eran los mismos. Algo en mí cambió, sin avisar. Ya no me dolía.
Aunque mi corazón seguía lleno de tiritas, ya no sangraba. No me merecía la pena seguir sufriendo para nada,
ni seguir pensando en lo que podría ser y no será. Al ver que mi cuerpo lo había superado, una sonrisa dibujo mi cara.

Una figura a lo lejos me miraba. Venía hacia mi, o yo hacia el. Andábamos en sentidos contrarios. Me levanté las gafas
para poder verlo mejor. Me sonaba su cara. Si. Caí en la cuenta de que era el mismo chico que se sentaba junto a
nuestras toallas desde hacía 3 días. No había reparado en él, pero esa vez si lo hize. Moreno de piel, alto, delgado,
con unas gafas de sol decorando su rostro y el pelo alborotado por el aire.
Al ver que me levantaba las gafas, el hizo lo mismo. Y Zás! cruce de miradas. Fueron apenas tres segundos, pero el
tiempo pareció pararse en mi. Ojos negros. Intensos. Labios carnosos y rosados. Apetecibles.
Nos miramos fijamente, tanto, que creí derretirme.

Seguimos nuestros caminos. Me quedé paralizada unos instantes, y volví la vista hacia atrás. Zás! de nuevo esos ojos.
Él también se había vuelto. De un respingo, me bajé las gafas y continué mi marcha hacia ningún lugar.
Me había quedado paralizada.

Volví. Mis primos jugaban con alguien a la pelota. Me tumbé en la toalla, y al volver la vista hacia atras... zás!
de nuevo el.
Las miradas eran frecuentes. Los gestos inevitables. Las sonrisas cómplices. Maldita sea...
El niño con el que jugaban mis primos, resultó ser su hermano pequeño. Guillermo. Iba y venía de nuestra sombrilla a
la suya con frecuencia hablando portugues. Nos dijo que en la escuela, todos tenían como lengua el español. Ví el cielo
abierto.


Mis primos quedaron con el por la noche. A las 11:00 hora portuguesa en la plaza. Y allí estaba yo. Allí estaba mi chico
de ojos negros, Diego, con el hermano pequeño, y con un balón. Bajamos a la playa.
La luna me miraba impetuosa y soberana, y proyectaba su luz contra las olas. Las estrellas junto con el viento,
cantaban una melodía angelical.

La verguenza se apoderaba de mi cada vez que lo miraba de cerca. Las conversaciones se hicieron fluidas en la arena.
Tenía 6 años de español, así que la comunicación fue fácl.
Los niños pronto se olvidaron de nosotros. 21 años me dijo. Uau... el futbol, los estudios, los hermanos, las vacaciones,
eran los temas de conversación que tratamos hasta que alguien nos interrumpió. Su hermano tenía frio, y quería ir a casa
a cojer la sudadera. Crucé un par de miradas con mi prima, que me entendió a la primera y se ofreció a ir con el. A ellos,
se les unió mi otro primo.

Solos, pensé. Seguimos charlando. Supo sacarme un par de carcajadas. Cada vez nuestras miradas eran más intensas, aunque
yo seguía sin poderle mirar a la cara mucho tiempo.

Sentía el frio en mi piel. Me pasó su mano sobre los hombros y no pude evitar mirarle. Tenía su sudadera puesta.
Ahora si estaba del todo agusto. Cinco segundos. Bajé la mirada. Volví a mirarlo cuando me dí cuenta de que no bajó el
brazo. Jugaba con mi pelo. Esta vez no podía apartarle la mirada. Puso su mano en mi nuca y me empujó levemente contra
el. Me opuse cuando nuestras narices se juntaron. Pero no me lo pensé. Me besó. Un beso corto, rápido. Buscaba mi
aprobación. Ahora se apoderaban de mi los impulsos. Le devolví el beso. Lento, saboreándole.
Mi mano se fue hacia el borde de su camiseta y lo empujé contra mi. Obedeció. La mano que le quedaba libre fue a parar
a mi mejilla.

Estubimos en la misma postura un tiempo.
Mi temperatura aumentaba tan facilmente como de costumbre. Parece ser que la
suya también. Millones de cosas pasaban por mi cabeza. Las bloqueé todas. Quería más de sus labios. No me importaban
las consecuencias. Volvió a besarme, esta vez con más ganas. Puso su mano en mi espalda y me invitó a sentame encima
suya. No me lo pensé. Todo fluía con normalidad. El sabor de esos labios borraron todas las cenizas de los anteriores.

Caí en la cuenta de que los pequeños estaban a punto de llegar e intenté normalizar la situación. En apenas 5 minutos
habían vuelto. Siguieron a lo suyo, jugando al balón.
Lo que más me sorprendió fue que no le importaba que su hermano estubiese allí. Seguía besándome de forma continuada.
Me encantó.

Miré la hora. Teníamos que volver. Insistió en acompañarnos a casa, y lo hicimos de la mano, besándonos cada vez que
se nos antojaba. Me despidió con un cálido beso a solas y un: " mañana nos vemos bonita".

Creía flotar cuando me acosté, después de una larga charla con mi madre.
El primer paso es la esencia del cambio, me dijo, y la amplitud de ese paso, depende de la naturaleza de cada uno.

Mañana será un nuevo día... =)

martes, 20 de julio de 2010

Nuevos Aires...

Hoy me he levantado, parece ser, un poco mejor.

Frio. Esta noche ha sido el frio el que no me dejaba dormir.

Sueño. Un poco lo de siempre. Alfinal mi pobre corazón no aguantará tantas batallitas.

Hoy veo las cosas de otro color. Sigo necesitandote, pero las mariposas me dan un respiro. Aunque no se por cuanto tiempo. Sigo echandote de menos, pero ya no de la misma forma. Parece ser que mi cuerpo hace caso al ambiente, y se relaja.

Planes. Me salen planes. Eso me anima.

16:38 de la tarde. Cojo el móvil y marco. No le doy a llamada. Millones de cosas pasan por mi mente. Lo necesito. Lo necesito. Lo necesito.
No. Borro. ¿Que pretendo? ¿Esque no soy lo suficientemente clara escribiendo?
Quizás no me leerá, pienso, quizás el no se acuerde, y no tenga ni mi número.
Me da igual. Todo lo que conlleva. No se cuanto más aguantaré. Pero lo haré.

La música una vez más es mi salvación. Me desespero en ese niño, que me canta. Never say never me dice... será cabrón.

Pongo rumbo a un nuevo día. Mañana. Solo me queda el mañana. Sin ti. Otro más. Que remedio. Solo... dame una señal. ¡Bah...! dejalo. Será más de lo mismo.

Si amar libremente es pecado, he pecado libremente para amar.

Perché gioia e dolore han lo stesso sapore con te
Vorrei soltanto che la notte ora velocemente andasse
E tutto ciò che hai di me di colpo non tornasse
E voglio amore e tutte le attenzioni che sai dare
E voglio indifferenza semmai mi vorrai ferire

Solo que ahora pueda pronto irse esta noche
Y lo que siempre me dijiste nunca mas regrese
Y quiero amor y todo lo que siempre sabes darme
Y quiero indiferencia si solo querrás herirme

(Perdón por las faltas de nuevo... xDD el poco tiempo que tengo... no lo gasto en corregir =) )

lunes, 19 de julio de 2010

Sin Salida

Me levanto. Imposible dormir.

La música de fondo no me anima. El silencio de la noche es lo que me desvela.

Salgo y miro por la ventana. Millones de estrellas me escuchan. Las miro, pidiendo algún tipo de ayuda. No responden.
Solo brillan. El viento me despeina. El sonido de los grillos me relaja. Me mezclo con la paz del ambiente.

Quiero salir. Andar. Perderme. Y volver cuando mis pies me lo ordenen.

Siento que éstas paredes de axfisian.

Necesito volar. Ir a la playa, y sentarme. Sin mas compañía que mi música.

Quiero estar sola. Sentirme a mi misma. No de un modo carnal.
Quiero escuchar las olas del mar, solas, las dos. Quiero que mis piernas se llenen de arena cuando me siente en ella
o me tumbe. Quiero llorar sin que nadie me escuche. Gritar. Quejarme. Sola.
Quiero explotar de una vez por todas, sacar la mierda que llevo dentro y que vuelve loca a mi mente y a mi cuerpo.

No soy yo. En estos últimos días todo me parece carente de sentido. Todo me da igual. No me importa
hacerme mas daño, no me importa llorar, ni estar triste. No me importa, ni siquiera, que me coman los mosquitos mientras
estoy aquí sentada, a las 3:13 de la madrugada. No me importa que pasen las horas.

Aun puedo imaginar cosas estúpidas. Una llamada, un mensaje...
Se que no volveré a verte. Ese sexto sentido me lo dice.No suelo equivocarme. Idiota, inútil, así me siento.Decepcionada
Sigo matando una a una las mariposas que creastes en mi estomago. Todavía. Tienen el antídoto.
Sigo repimiendo mis impulsos. No. No puedo hacerlo.
Pero lo necesito. Solo una vez mas. Pero ¿de que serviría? Solo te haría mas daño. No me importa tampoco.

Hace días que no hablo de como me siento con nadie. Solo con una pagina en blanco. Mi mejor amiga. Pienso, y algo en mi
cabeza me responde lo mas coherente, lo mas lógico, lo que diría a alguien en mi situación. Pero no me convence.
No hoy, no mañana.

Dijiste que me ibas a hacer de hierro. ¿De hierro? Mírame. No llego ni al cristal. Frágil. Prometí hacerte volar.
Y volamos. Pero no me enseñastes a aterrizar. Y me lastimé.

Indiferencia. ¿Eso es lo que sientes?
¿Que esperabas?, me dice mi cabeza, ¿lágrimas?¿un perdón?¿algo de sentimiento? No seas estúpida, idiota. Nunca sintió
nada por ti, lo sabes. Nunca te quiso. Y mirate, sufriendo inútilmente, porque no volverá. Nunca lo hará. No habrá llamadas en tu móvil, ni un mensaje. No habrá arrepentimiento en sus palabras, solo pena. Por ti. Compasión.

De nuevo las lágrimas. Estoy más sensible de lo que suelo. Dos putas semanas. Deberían haber bastado para sanar.
¿Dos semanas? ¿solo? Se me hacen eternas.

Voy a contrapie del mundo. No llevo el ritmo. ¿para que?
Yo simplemente callo, y asiento.

Shhh... no hagas ruido, me digo a mi misma, los demás duermen. Ahoga los sollozos con un poco de agua. Shhh... que no se entere nadie.
No se por cuanto tiempo seguiré necesitándote de esta forma. Ni cuanto mas te echaré de menos. Lo que se es que no puedo seguir mirando sin mirar, ni lamentándome de mi misma de esta forma, ni culpándome más.

¡Vete! ¡No des mas señales de que existes! ¡Que se borre todo de ti! ¡No más radio, no más escritos, no más recuerdos, no más fotos, no más! Porque voy a enloquecer de verdad, voy a sucumbir, caer al abismo.

No. No te vayas. Vuelve. solo el echo de pensar que otras manos te tocan, que otros labios te besan... No, mejor no pensarlo, aunque mi intuición está alerta. Algo en mi interior me dice que es así, que me haga a la idea.

Me levanto, miro de nuevo por la ventana. Respiro hondo. Tomo un poco de agua. Los mosquitos ya han tenido bastante festín por hoy. Voy a mi cama, donde la batalla no ha echo más que comenzar.


(Perdón por las faltas... no me he parado a mirarlas todas xD )

domingo, 18 de julio de 2010

Paseo

Primer día.

Primera noche. No mi mejor noche... Últimamente temo cerrar los ojos y dormir, algo que antes amaba.
No duermo, mi cuerpo solo descansa. En mi mente se libra una batalla.


Tumbada al sol parece que se olvidan los problemas. Pero solo parece. En frente mía se extienden millones de
kilómetros de un mar furioso. En viento ondea mi pelo. Sensación agradable.

Sonrisas, caricias, besos y palabras invaden mi pobre cabeza. Inevitable. Promesas rotas, tantas...

Giro la vista, con la esperanza de hacer desaparecer esa sensación de agobio. Pero solo veo arena infinita.
Suspiro. Mis ojos están apunto de explotar. Demasiada gente delante. No volveré a llorar con mi madre por esto.
Le afecta. Me entiende. La adoro. Ella es mi vía de salvación junto con la música. Se sienta junto ami,
y deja que llore, para luego hacerme entender y reflexionar. Es una sensación especial.

Vuelvo a la realidad. Decido ponerme los cascos. Las lágrimas desbordan mis ojos, y no quiero que sea allí.
Suerte que llevo las gafas.
Me levanto, y echo a andar. Sola. Una mano se aferra a la mía. Me giro y encuentro esa sonrisa. Me conoce demasiado
bien como para dejarme.
Echamos a andar, con Justin B en la oreja. Las olas rompen en nuestros pies, congelada.
Me sube las gafas, y exploto agachando la cabeza.
No te merece, me dice, no te merece. Sus manos rodean mi cuello. Es increíble que solo tenga 14 años.

Seguimos andando en silencio, solo roto en nuestros oídos por esa voz angelical. El sol calienta mi cara, y deja
la sombra atrás. Me coje la mano de nuevo. Noto su calidez contra la mía.
En un segundo de desaparición cierro el puño que me queda libre, deseando que mi deseo se cumpla. Miro hacia abajo.
Estúpida, sabes que nunca será como quieres. Nunca se cumplirán esas promesas. Pienso.

No se cuanto tiempo estuvimos andando, ni cuando mis lágrimas cesaron, pero el paseo me vino bien.

Llegamos a nuestro lugar de origen. Volvemos al coche, y ponemos rumbo a la pesca. Me distraigo con las chorradas de
mi padre. Sabe que algo pasa. Me abraza.

Contemplo inmutable el romper de las olas en las rocas y veo los pequeños peces que buscan comida en ellas. Me gustaría
ser ahora mismo ese pez que solo tiene que preocuparse de sí mismo.

Cae el sol, y volvemos a casa. Ducha, cena, cartas y... mañana será un nuevo día. Esperemos que mejor que el de hoy.

No consigo dormir... Se está convirtiendo en una costumbre poco sana.

viernes, 16 de julio de 2010

Cazadora Cazada

15 días...

15 días de sol, playa y arena. Creo que es lo que necesito. Pero alejarme tanto tiempo me asusta. Siento que al volver las cosas serán diferentes. Aunque... creo que no pueden ir a peor. Pero estoy empezando a acostumbrarme.



Una conversación en un coche me avisa de que estoy llegando al límite.
La promesa de un simple café me inquieta, me llama la atención.
¿Porque no decirlo? Estoy deseando ver esos ojos azules/verdes, aunque me cueste reconocerlo.
Tantos planes por delante harán que ese agujero de mi pecho se cierre del todo.


Sueño. Corro por un parque. La noche se ciñe sobre mi. Está oscuro. Alguien me persigue.
Voy esquivando las ramas de los árboles, hasta que tropiezo. Caigo y noto una risa en mi nuca. Asustada me giro lentamente para ver a mi cazador. Una capucha negra le tapa la cara, pero puedo reconocer su voz. Una sonrisa se dibuja en mi cara al entender que estaba a salvo... ¿ o no?. Sacó la mano de la túnica que vestía, y acarició mi cuello, como ya lo había hecho antes. El aire mecía mi pelo, y me daba esa sensación de alivio. De repente, sacó una especie de puñal del bolsillo, lo alzó, poniéndolo delante de la luna, y zás! en el centro del corazón. Una ráfaga de aire me dejó ver la cara del agresor. ¿Él?
Antes de desvanecerme, sólo recuerdo esos ojos verdes que una vez fueron mi delirio.

Desperté empapada en sudor. Me toqué el pecho. Parecía que no había nada, estaba sana y salva.
Tardé en volver a dormirme, pues cada vez que cerraba los ojos, estaban esos deseados ojos ahí, mirándome como lo hacían antes.

jueves, 15 de julio de 2010

1:28...

Ayer, 1:28 de la madrugada. Frágil.

Los recuerdos no me dejaban dormir. Inquieta.
Tanteé en la oscuridad buscando los cascos. Algo en la radio me hará dormir, pensé.

Otra vez la música como salvación.

Pulsé Radio FM en el móvil, y zás!

No recordaba cual era la última emisora que había escuchado. No me lo podía creer. ¿Casualidad? ¿Mala pata? Creo que una mezcla de ambos...

El timbre de una voz familiar recorrió todo mi cuerpo, enrizándome.
Esa voz, que juré no volver a escuchar.

Inevitablemente se abrió la caja con todos los recuerdos. De repente lo tenía susurrandome al oído. Me enloquecía.

Podía ver cada gesto que hacía, podía imaginarmelo.
Esa risa me mataba... Esa chispa... Me sentía derrotada.

Al cabo de media hora, la voz taladraba mi cabeza, y yo me defendía de la única manera inútil que sabía, convenciendome a mi misma de que no era real, que no era posible.

Agotada, acomodé la cabeza en la almohada y metí el móvil debajo.
Quería dejarme llevar. Quería que me envolviera. No podía luchar más contra ese sentimiento.

Escuché sólo esa voz, aun no siendo la única que había. Las palabras no tenían sentido en mi mente, pero ahí estaba yo, estúpida, idiota, torturándome. No me importaba las consecuencias de aquella noche.

Descubrí que esa voz seguía siendo mágica para mi cuando a la hora y media me desperté de la duermevela en la que me hayaba, tranquila, atontada.
Abrazada por una sensación familiar que hacía, hasta hace una semana y 4 días, que mi sueño fuese plácido y reconfortante.

Primera Noche

3:50

Sigo sin poder dormir... Ya no recordaba lo que era estar despierta tan tarde, sola. Pensando.En fin, mañana volveré a ser yo.

Rosa, no te preocupes. Ya no escuece tanto. Letras, son solo letras, una detrás de otras. Sílabas. Palabras. No hay más. Sólo confusión.

No. Sabes que no era normal. Tanto en tan poco. Quitate esa idea de la cabeza. Ahora veo que todo fue una sencilla locura.

No tenía sentido. Lo sabes. Las cosas necesitan su tiempo, y eso fue lo que faltó. ¿7 horas? Imposible sentir en 7 horas. ilógico. Imposible. Sólo fueron sentimientos confundidos...