lunes, 20 de diciembre de 2010

Gotita

Llueve sobre mi cristal. Dibujo sonrisas con el bao que desprende mi respiración. Me fijo en las gotitas que quedan atrapadas y cierro los ojos soñando que soy una de ellas. Puedo verme surcando los más profundos mares, conociendo criaturas que nadie jamás a visto. Me evaporo, y la sensación de volar me encanta. Planeo sobre una tierra que desconozco, deteniéndome en cada detalle de ese imperfecto suelo, para luego, con un poco de suerte, caer. Siento que la gravedad me llama, y me dejo llevar. Caigo sobre tu cabeza. Resbalo sobre tus mejillas, y sigo mi ansiado viaje por tus labios. Tus benditos labios. Los saboreo. Y que duermo un instante ahí, disfrutándolos. Vuelvo a resbalar por tu cuello, hasta que llego a tu pecho. Oigo los latidos de tu corazón. Noto como se eriza tu piel, debido a la frialdad de mi cuerpo. Decido poner fin a mi travesía, hasta que el calor que desprendes me haga volver al cielo.
Abro los ojos. Noto mojadas mis mejillas. Entonces comprendo... Ahora comprendo.

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