miércoles, 3 de julio de 2013

Volviendo

Llevo sin pasar por aquí... Bueno, ya sabéis... Cómo ha cambiado mi vida. Digamos que en definitiva, ahora me siento libre. El pasado sigue ahí, pero será que ya no me importa, o será que ya no me atormenta. He aprendido a perdonarme, a saber que los errores siempre se pueden enmendar, y que los que no, te seguirán toda la vida. Pocos. Dentro de mi no hay tanto odio, ni siquiera rencor. Lo que pasó pasó, y es mejor no darle más vueltas. He aprendido a tolerar, a aceptar que mi opinión no siempre es la verdadera y por encima de todo he aprendido, aunque me duela, que pocos amigos hay en esta mísera vida, y los que tenemos, aveces se marchan lejos y tenemos que aprender a vivir sin ellos. En este último año he conocido a gente maravillosa, gente con un duende especial, gente que me hacen reír por encima de todo. He conocido gente fría, calculadora, mala, egoísta, que pone sus intereses por encima de todo y pisotea y escupe a cualquiera que le impida llegar a su objetivo. Despreciable. Pero sobre todo... he tenido la gran suerte de conocer a gente como yo. Diréis que es típico, y podrá ser, pero no imagináis a lo que me refiero cuando digo "como yo". Ahora que me he vuelto a aficionar a esto de escribir, os contaré más profundamente. (posiblemente en un estado no natural ;);) ) He aprendido a no seguir códigos de ningún tipo con los que no los siguen conmigo. Escupo en la moralidad, en lo que se supone que es lo correcto, en cuentos de niñ@as de 13 años. Y sobre todo, he aprendido que entre lo que deseas con todas tus fuerzas y tú, sólo hay una linea recta que otros intentan desviar. Quédate con las sensaciones, con aquellos que hacen que tu día sea precioso,(o por lo menos con los que lo intenten), con los que cuentan contigo, te miman, te dan cariño aunque les gruñas, con los que sin ti se sienten un poco incompletos. Sonrieles, porque un día será tarde, cambiarán de rumbo, y tendrás que volver a perdonarte perder una oportunidad. Tendrás que volver a limpiar esa mierda que antes parecía estar escondida. Prometo volver con más y mejores historias... Esto sólo ha sido el comienzo. Os quiero :)

domingo, 4 de marzo de 2012

Hoy

Hoy más que nunca, lo veo. Veo el efecto que provocas en mi, como me siento contigo, aunque no me sea suficiente.
Siento que por mucho que sufra, siempre me volveré débil. Volveré a caer en tus palabras, en tus excusas... porque en el fondo lo necesito.
Quiero que llegue ese día, porque podré transmitirte todo lo que ansias, aunque no me lo digas.
Hoy más que nunca, aquel temor que me invadía se hacía realidad. Justo cuando me describía él mismo, el momento que tanto había soñado. Justo como imaginé.
"Dos piezas que encajan, un puzzle que se termina"

Visto lo de hoy, sólo me queda que añadir:
El único sentimiento que supera al amor, es la locura.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Realidad

Por encima de la razón, por encima de la locura, por encima incluso de la rabia, te necesito.
Necesito esa excusa todos los días, creer que me necesitas aunque no sea cierto, sentir que me puedes echar de menos...
Necesito esperarte, cuidarte, incluso... enfadarme.
Ignorando todas las opciones que me rodean, ignorando voces de conciencia, ignorando el sentido común.
No por seguir aquí, siguen las ganas. Y es que me vas apagando poco a poco...

lunes, 23 de enero de 2012

Mírame

Mi cabeza hoy más que nunca, me engaña. Me hace soñar que lo tengo, para después caer sobre un suelo de hielo llamado realidad.
Todavía recuerdo esa sensación. Jamás la olvidaré. El tacto suave de sus labios con los mios, el olor de su piel, sus manos en mi cintura... Todo tan perfecto como imaginé.
Tan inalcanzable como siempre.
Dejas en mi un rastro de impotencia que me marea. Un desasosiego que me ahoga. Una vulnerabilidad que asusta.
Mírame tan solo una vez. Prometo no defraudarte, hacerte feliz cuando esté en mi mano. Mimarte. Pero tan sólo mírame.
¿No te das cuenta? vas a romperme en mil pedacitos de ti.
Te mereces esta oportunidad. Los dos nos la merecemos. No me dejes escapar sin más, porque juro que llegará el día en que no pueda sostenerte, y caigamos los dos.
Mírame, y sabrás que todo lo que te escribo, es real.

miércoles, 4 de enero de 2012

Yo

En la primera entrada del año hablaré un poco más de mi, para los que intenten conocerme, ya que se que no es fácil:
Nunca dejo nada al azar, (o al menos no me gusta hacerlo).
Analizo a todo el mundo que me rodea. Detalles, gestos, expresiones, palabras, situaciones... Hasta el punto de creer que me estoy volviendo loca. Observo. Controlo las emociones.
Me ilusiono y desilusiono fácil. Caigo siempre en las trampas. Soy inocente, pero no tonta. Más lista de lo que algunos piensan.
Tengo la manía de controlar la situación, y cuando no lo hago me siento vulnerable.
Cuando paso de algo o alguien, lo hago en condiciones.
Tengo mucho mucho carácter y se en cada momento lo que me apetece.
Me encanta escribir y decir lo que pienso.
Pero sobre todo, lo que más me gusta, es ponerme a prueba y hacerlo con los que están a mi alrededor.

lunes, 28 de noviembre de 2011

28

Hoy he tenido una sensación extraña... Por un momento, me quedé absorta en mis pensamientos y el mundo dejó de girar:
Todo cambiaba a mi alrededor. Ya no estaba en esa clase que tanto llegué a odiar. No andaba por esos pasillos, ni pintaba en esa pizarra. Aquello seguía igual... o eso creía, hasta hace un par de horas.
Me miré en ese espejo y comprendí. Nada en mi había cambiado. Seguía siendo esa niña indefensa que se escondía en el baño para llorar. No habían nuevos sentimientos, ni nuevas ilusiones. Sigo igual de vacía que hace 4 años... Sin embargo, todo a mi alrededor es tan diferente... Veo el amor en los rostros, veo ilusión, besos... ¿Y yo? Es como si me hubiera estancado en esos años, como si no consiguiera avanzar.
Frustante.. Y de nuevo te me vienes tú a la cabeza, y ese deseo irrefrenable de besarte cada día. No se hasta cuando podré aguantar... o si. "Hasta que tu corazón deje de latir".

domingo, 20 de noviembre de 2011

20

Hoy, es uno de esos días en los que el primer pensamiento que se te viene a la cabeza, te hace llorar. Escuchas el ruido de la calle, y lloras con más fuerzas al comprobar que esta vez el sol no te salvará. Te tapas hasta las orejas, para que nadie te escuche y dejas que tus lágrimas caigan, sin molestarte a detenerlas, sin poder conseguir ningún pensamiento positivo que te saque de donde estés.
Hoy, al igual que ayer, vuelven los miedos. Ya viví esta sensación, por eso se que vendrá después de que mi razón venza a mis esperanzas. Sólo me quedará mi almohada mojada y la ventana que me indica el paso del tiempo... tan inútil como el respirar.

miércoles, 12 de octubre de 2011

3:25

Las 3:11 marcaba el reloj. Aire fresco corría por la ventana. Un coche aparcaba fuera. Era consciente de todo lo que me rodeaba. Vuelvo a mirar el reloj. 3:12.
¿Qué hago aquí?, me pregunto. La respuesta es inmediata. "Esperarlo". Puta locura que me envuelve... ¡Putas ilusiones! Creí que las maté aquel día, entre ron y tabaco...
Así que no me queda más que reconocer que sí, sigo aquí.
Veo fotos del ayer. La melancolía se apodera de mí. Saber que pudo ser y no fue. Tener la certeza de que has hecho lo mejor, y aún así, mirar el pasado y plantearte ciertas cosas que creías olvidadas. Y seguir caminando como si nada. Qué remedio...
Vuelvo a mirar el reloj. El tiempo pasa más rápido de lo que tardas en aparecer. Pero aún así...
Tengo que confesarte que tengo miedo a quererte. ¿Porqué lucharé entonces? ¿Cuál será mi meta? Quizás tu seas de esas cosas que hacen superarse a sí mismo. Quizás jamás debo tenerte. Puestos a pensar... Sabes que serás mio. Que te volverás loco por uno de mis besos. Sabes que tengo todo lo que quiero. Y hoy, a las 3:25, mi prioridad... ERES TÚ.

sábado, 1 de octubre de 2011

Sólo por Ti...

¿No te das cuenta que sólo estoy aquí por ti? Que eres mi aire de cada día, que necesito que me mientas, que necesito que me pongas escusas tontas, aún sabiendo que voy a pillarte... ¿No te das cuenta que anhelo poder mirarte, aunque solo sean dos segundos y después se me parta el alma viéndote partir? ¿No te das cuenta que mi corazón ya no puede más? Que se muere por una respuesta, que vive con uno de tus besos.
¿De verdad no te das cuenta de que aún sigo en pie? Que no me rendí, que aún puedo seguir luchando, cayendo, sangrando... por ti.
¿No eres consciente de que te necesito? A ti, sin adornos, sin florituras, sin más. Llámalo locura, llámalo vicio, llámalo como quieras.
Llámalo amor.
Repito una y otra vez lo que tantas veces dije, voy a enloquecer. Demente. Loca. Obsesiva.
Y sigues sin ser consciente de que aquí sigo, respirando poco a poco tus palabras. Palabras grabadas en el centro de mi alma y de mi corazón esperando que un día abras los ojos y veas todo lo que estoy dispuesta a hacer por ti. Sólo por ti.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Qué decirte más...

Unas pocas palabras. Fue todo lo que hablamos. Suficiente para volverme loca. Llámame tonta, llámame ingenua, pero el efecto que tienes sobre mí es hipnótico.
A veces intento no pensarte, mirar hacia otro lado y olvidarte. Y vuelves. Cargado de esperanzas vacías y palabras que caen sobre mí como el plomo.
No te das cuenta, pero remueves los pocos papeles que me mantienen cuerda.
Aguanto las lágrimas, las ganas de tenerte. Cierro los ojos y camino. Pero siempre te encuentro en mi sobra, en la tierra que cubre mis pies, en el aire que me da la vida.
Si supieras todo lo que tengo que decirte... si por un instante te pararas a escucharme, mirándome fijamente a los ojos... sabrías todo lo que callé.
Sabes que no es un capricho, aunque se que no me crees. Son ya varios años de quererte y no poder...
"Unas pocas palabras", me repito una y otra vez. Unas pocas palabras para perder el control.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Vuelven

Vuelve. Sigue siendo igual. Corro por una calle a oscuras. El sudor resbala por mi frente. Respiración agitada. Pies descalzos. No se oye nada... solo mi pulso.
Espero escondida a que pase el miedo, pero me persigue. Viste con un traje negro azulado, calza zapatos caros, huele a maldad. Me busca con la mirada. Sabe que estoy ahí... me encuentra. Agarra mis rizos y me saca del escondite.
Está cerca mio, puede besarme, puede tocarme. Mete la mano en el bolsillo, y coloca un objeto punzante en mi cuello. Gruesas lágrimas se mezclan con el sudor. Me hace daño, aunque no se da cuenta... está demasiado entretenido rompiendo mi vestido. Sube las manos, las baja, ríe... Intento no moverme, ni hacer ninguna mueca de miedo, pero mi cuerpo tiembla. Aparta el cuchillo de mi garganta y lo lleva hasta el muslo. Esta vez aprieta con fuerza, quiere verme sufrir. La sangre corre, pero ningún sonido sale de mi boca. Noto en sus ojos la frustración. Decide cambiar el lugar de punción, esta vez en el pecho. Siento el calor de la sangre correr por mi escote, cada vez más dolor, cada vez más cantidad...
Despierto. Miro el reloj. Hace menos de media hora que me acosté. "Si así empieza la noche... no imagino como terminará", pensé. Mandé unos sms, cerré los ojos e hice como la que dormía.

martes, 30 de agosto de 2011

Again

"Qué decir cuando lo has dicho todo. Nada te queda dentro. Has dado lo más preciado que tenias, eso que nunca le distes a nadie. Miles de veces tragastes tu orgullo, si, lo hicistes, aunque parezca imposible, respirastes hondo, te prometistes no llorar si no salía lo planeado, dejastes la arrogancia y... sólo porque él". Las palabras que me digo a mi misma vuelan sobre esta habitación, enredándose en mi pelo, una vez más.
Miro alrededor. Tu imagen me persigue, así que decido cerrar los ojos.
Mis labios dibujan una media sonrisa a la vez que mis ojos se desbordan. No río de felicidad, sino de lo tremendamente tonta que me siento, tan estúpida... Una vez más volví a caer en la trampa que yo misma me monté. Si, lo merezco. De nuevo por ingenua.
El mismo cuento de siempre, pero con diferente villano... La misma princesa, el mismo corazón.
No diré que jamás volverá a suceder, porque se que en cualquier momento volveré a caer... pero esta vez... ya no tengo nada nuevo que perder.

viernes, 19 de agosto de 2011

Regreso

Agosto. Otro mes que se va. Siento que no me ha servido de nada este tiempo de relax. Llego, y lo encuentro todo como lo dejé. Tenía la esperanza de que algo cambiara. Los mismos problemas, las mismas caras de infelicidad... y ahora, esto. Otro problema más. Uno que no quería, y que aún así... acepté. Ya no hay marcha atrás. Mi cabeza empieza a moverse de nuevo.
Demasiado tiempo sin soñar me asusta. Se que cuando lo haga será terrible. Alguna presencia me inhibe. No me gusta. Quiero ser yo, fluir a pesar de todo.
La melodía a piano no me calma. Algo se mueve dentro de mi, algo diferente. Pero no se que es. Necesito volver al punto de partida.
Presión. No estoy acostumbrada a esta sensación, y no se como enfrentarme a ella. Querer y no poder. Maldita sensación. No se que me frena, no se que es lo que quiero esperar. Demasiados días tontos. Demasiado tiempo perdido quizás.
Siento que no respiro. Las paredes me asfixian. Se me agotan las ganas. Siento que pierdo mi energía. Me la están robando sin piedad. ¿Qué soy yo sin ella? Es el empujón que me levanta cada mañana, y desde hace dos días...
Nervios. No recibo lo que espero. No doy lo que anhelas. Quizás será mejor que no vuelvas. Vete antes de que me aferre a ti y duela. Soy demasiado débil para volver a lo mismo...

miércoles, 13 de julio de 2011

Pesadilla

Pesadilla extraña. Nos encontrábamos en una casa desconocida para mi. Aparatos por todas partes, sensores de luz y de movimiento. Mucha gente a mi alrededor, tios, tias, primas, padres... Un pequeño televisor en blanco y negro se encontraba en el centro de la habitación. No sabía muy bien que era lo que hacíamos allí. Una mujer de pelo canoso, y de aspecto bastante viejo, no paraba de observarme desde un sofá arrinconado. Tenía un chisme en la mano. No funcionaba, aparentemente. De repente, se fue la luz, y el cacharro se encendió. Tenía una especie de pantalla en el centro, por la que se veía la habitación. Curioso. " Muévete", me dijo la anciana. Anduve por toda la habitación, hasta que lo vi. Mi primo pequeño jugaba en el patio con un cubo y un rastrillo... al lado tenía otro niño. No lo conocía, aunque se parecía a él. Observé la pantalla, intentando descubrir quien era. Las farolas daban una luz tenue. Alcé la mirada, el niño se había ido. No entendía. Volví a mirar la pantalla y mis ojos volvieron a encontrarlo, en la misma posición. Solté un grito ahogado, y me fijé aún más. Aquel pequeño no tenia una composición sólida... era como de humo. Di unos pasos hacia atrás, mirando alternativamente al espacio vacío y al pequeño aparato. Entré en el comedor y vi a mi madre, sentada junto a la anciana charlando. Silencio al entrar. Se levantó y encendió la tele. Yo salía ahora en la pantalla. La mujer mayor me enfocó con el mismo chisme que había tenido en mis manos hacía unos segundos. Y entonces... primero aparecieron dos adolescentes junto a mi. "Ni siquiera los conozco, que locura...", dije. "Míralos bien", respondió mi madre. Era una muchacha alta, castaña, con pelo rizado a media melena. Nariz chata, como la mia, ojos grandes, como los de mi madre, boca... No podía ser... Mi hermana sonrió. "Neiva", dijo. El corazón iba a salirse del pecho. Pero no tenía miedo. Miré a mi izquierda. Chico más alto que yo, de pequeños ojos verdosos, como los mios, nariz un poco más pronunciada, como la de mi padre, cuerpo de atleta... Él también sonrió. "Manuel". Gruesas lágrimas caían por mis mejillas... Sí, eran mis hermanos... Intenté tocarlos, pero se desvanecieron. Ahora, una mujer gordita, bajita, era la que estaba a mi derecha, y un muchacho muy corpulento a mi izquierda. No hicieron falta presentaciones. Mi abuela agarró mi mano, y mi primo puso la suya en mi hombro. No era la única que lloraba en la habitación... Mi madre se secaba la cara. "Aunque te sientas sola, aunque pienses que nadie te cuida, aunque te sientas perdida y cometas errores, cierra los ojos y acuérdate de este momento. No estás sola, nosotros estamos contigo, siempre, aunque tú no lo creas, nunca te dejamos sola, mi pequeña", dijo mi abuela. No tuve tiempo a reaccionar. Se encendieron las luces, se apagaron los monitores y desperté.

jueves, 30 de junio de 2011

FJP

Luz tenue. Música alta en mis oídos. Me aislo del mundo. Mi cuerpo pide un cambio.
Quiero dejar atrás todos los amaneceres en los que fui una ingenua. Aún sigo pensándote, pero cada vez te siento más lejos. No estás conmigo, y tengo que ser realista... no lo estarás. Eres sólo el capricho de una niña.
Sigues en mis sueños. Me torturas con esa sonrisa, con esa voz. Clavo las uñas en mi cuerpo. El dolor me hace volver a la realidad. Jamás, me repito una y otra vez... hasta que llega la noche.
Puedo olerte. Tocas mi cuerpo, me arropas, besas mi piel. Siento tu pecho contra mi espalda. Y me vuelvo inmensamente feliz. Desearía tanto que eso se hiciera realidad... Dime que es lo que te frena, y haré de nuestro camino un mar, inmenso, sin fin, puro.
Aparece y sentenciame. Juro no volver a cruzar una mirada contigo, juro no volver a sonreir al verte.
No se como afrontarte... ni siquiera se si sigues recordándome. ¿Me recuerdas? ¿Recuerdas las tardes en las que te esperaba en mi portal, sólo con la escusa de ir a estudiar? ¿Recuerdas esas miradas fugaces en clases? Cada una de tus palabras, tatuadas. Cada una de tus sonrisas, a fuego. Sabes que eso no será así para siempre.
Hoy he tenido suerte... empiezo a olvidar.