miércoles, 31 de agosto de 2011

Vuelven

Vuelve. Sigue siendo igual. Corro por una calle a oscuras. El sudor resbala por mi frente. Respiración agitada. Pies descalzos. No se oye nada... solo mi pulso.
Espero escondida a que pase el miedo, pero me persigue. Viste con un traje negro azulado, calza zapatos caros, huele a maldad. Me busca con la mirada. Sabe que estoy ahí... me encuentra. Agarra mis rizos y me saca del escondite.
Está cerca mio, puede besarme, puede tocarme. Mete la mano en el bolsillo, y coloca un objeto punzante en mi cuello. Gruesas lágrimas se mezclan con el sudor. Me hace daño, aunque no se da cuenta... está demasiado entretenido rompiendo mi vestido. Sube las manos, las baja, ríe... Intento no moverme, ni hacer ninguna mueca de miedo, pero mi cuerpo tiembla. Aparta el cuchillo de mi garganta y lo lleva hasta el muslo. Esta vez aprieta con fuerza, quiere verme sufrir. La sangre corre, pero ningún sonido sale de mi boca. Noto en sus ojos la frustración. Decide cambiar el lugar de punción, esta vez en el pecho. Siento el calor de la sangre correr por mi escote, cada vez más dolor, cada vez más cantidad...
Despierto. Miro el reloj. Hace menos de media hora que me acosté. "Si así empieza la noche... no imagino como terminará", pensé. Mandé unos sms, cerré los ojos e hice como la que dormía.

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