jueves, 12 de mayo de 2011

Precipicio

Hoy... me siento vacía. Algo falta dentro de mí. Ilusión, risas, ganas... No sé qué es, pero no puedo avanzar.
Llego a casa. Dejo las llaves del coche en la mesa. Me quedo pensativa, y sin saber porque... lloro. Gruesas lágrimas. Eso no hace sentirme mejor.
Rodeada de tanta gente, y sentirme tan sola, ¿cómo es posible eso?
La indiferencia que me rodea asusta. ¿Es así de sencillo mentir? ¿Es tan fácil jugar con los sentimientos de una persona? Sí, lo es. Ya lo has comprobado...
No juraré ser una santa, pero creo que ya he pagado mis errores. Cumplí condena. Ahora... libertad. Cierro los ojos. Me veo al borde de un precipicio. El color verde me rodea. El viento ondea mi vestido, largo hasta los tobillos. El sol da de lleno en mi cara. Sensación agradable. Abro los brazos y siento que puedo volar. Cierro los ojos para exprimir esa sensación al máximo. Vuelo por encima de los árboles, lagos, nubes.
Sólo me preocupa la nada, sólo flotar. Me fijo en cada detalle, cada animalito...
Ahora me siento completa. Siento que formo parte del paisaje que me rodea, formo parte de la naturaleza, formo parte de algo...
Abro los ojos. Me asfixia la realidad. Se me ata al cuello sin compasión. Vuelvo a mi salón, vuelo a las lágrimas y a la soledad. Agacho la cabeza y pienso... Hoy, me siento vacía.

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